Serán pronto 44 años de dominio del PSC en Sant Boi y tal vez, sondeos aparte, podrían llegar a ser 48 años. Un largo período de predominancia que, a escala humana, podría llegar a personificarse de la siguiente manera: nace un bebé en Sant Boi y todas sus cruciales etapas de desarrollo vital se realizan en la ciudad; transcurrida su juventud, encara canoso la madurez y pronto la siguiente etapa del medio siglo y la casi pre-jubilación de los -58/67 años- ya con un cierto declive personal. El infante santboiano habrá llegado a los 48 años bajo la égida socialista. Muy importante, sin ninguna alternancia, ni ruptura de continuidad. Solo con socios minoritarios, sin fuerza, para cambios de tendencia. Siempre con plena autoridad y responsabilidad.
Como la cartera principal es la de Urbanismo expondré unos hechos de mala gobernanza del tema. Han abundado entre nosotros los contratistas autodidactas y atrevidos, que con gran rapidez han crecido y han arruinado a muchos. En 1997 el Ateneo, una rica sociedad, es saqueada por sus directivos; sale a concurso por 48.000 euros, se adjudica por 123.000 euros y se revende por 360.000 euros; al final el Ayuntamiento lo compra en 2010 por 2,7 millones de euros.
Todo ha ocurrido a veinte metros de la Casa Consistorial; ni se ha ejercido el derecho de tanteo, ni el de retracto por causas X. Hoy, el Ateneo, está cedido gratis a una asociación privada que incordia a los vecinos con sus ruidos y que está subvencionada. No tienen ningún interés en una sala polivalente y es tan confusa su intención que la Unión Europea no da más ayudas para reconstruirlo: 26 años de ruinas a la vista.
En 2006 la alcaldesa Gibert bloquea la legalización de cuatro viviendas adosadas construidas sin licencia en Els Canons. La familia Cano, sus tres constructores, se desnudan e irrumpen en la plaza pública y en la sala de plenos, gritando y estercolando, nadie se lo impide. Tiempo después se corrige el desacuerdo discretamente.
El Cuartel Santa Eulalia desde 1942 hasta 2023 ha permanecido sangrante como herida urbana, impidiendo el tránsito fácil de tres barrios y reduciendo el suelo útil y la edificabilidad posible con sus 108.000 metros cuadrados. Desde 1997, las iniciativas del PSC sobre el asunto son: en 2003, la alcaldesa Gibert organiza una paellada gigante y multitudinaria con carteles para celebrar la “devolución” del cuartel a la ciudad. Hay elecciones, se ganan, pero el cuartel sigue donde siempre. En 2007 se firma un protocolo para negociar; en 2011, otro; y en 2018, otro más. En el 2022, el último. La dura realidad es que se quiere otro cuartel con talleres, cercano a puerto y aeropuerto y en Sant Boi. Esto hace casi imposible la devolución del cuartel. Es el último de la provincia y si no se cede como en Donostia, Mallorca, Berga, Gavà o l’Hospitalet, nada que hacer. 44 años sin progresar en un tema clave.
En las minas de Gavá hay estalactitas, columnas de caliza y sedimentos que crecen lentamente, del orden de 10 centímetros cada 1000 años . Por ello, es atrevido hacer conjeturas sobre el ciclo socialista en Sant Boi, pero un cierto contrapunto, puede ser conveniente. Y aún con mejorías (28.165 euros en el 2019), seguimos siendo una ciudad con renta media baja.
La Escuela Agraria a Castelldefels, el outlet se nos fue a Viladecans… Masalleras, Dubler, Unyl, Bra, grandes plantillas evaporadas sin relevo. He puesto algunos números, porque a las ruinas y a las obras inacabadas (desde el 1993, B-25 y BV-2002 y C-31c y C-32), con la mirada larga se comprueba que los 44 años no han bastado para arreglar problemas concretos e importantes. Cuando votamos, a todos nos tiembla el pulso al pensar si acertaremos en la elección.