Filtros

El 11 de septiembre se cumplirán los 20 años de la instauración en todos los aeropuertos de las normas IATA de filtros de seguridad en los embarques y de limitaciones de objetos y control de equipajes. Los atentados en suelo americano impulsaron muchas medidas que no van a desaparecer, sino que se han incrementado, por mor del Covid-19 y la pandemia mundial.

Olga Puertas, candidata a la alcaldía de Ciudadanos, a las puertas de Can Massallera // Elisenda Colell
Imatge d’arxiu d’Olga Puertas

USA, como antes su enemiga la antigua URSS, se retiran sin haber vencido a los muyadines; los rusos con larga experiencia de combate en el Asia islámica debieron abandonar sus duros métodos que en Chechenia y en Siria les habían funcionado. No sé si es el final del imperio americano, pero sí es el cuestionamiento de los programas de ayuda y su conveniente revisión de objetivos, dado su nulo éxito.

Nos filtran y cachean en los aeropuertos debido a los atentados de las Torres gemelas, como los del 11M en Atocha y del 17 del agosto en las Ramblas, entre un suma y sigue que no cesa. La Cooperación es cuestionada por los talibanes.

España ha gastado 4.000 millones de euros en 20 años con un ejército ONG: el balance es pobre. Con la nueva servidumbre de una generación de mujeres que debe renunciar a la enseñanza y a una mínima atención sanitaria. Era preciso incidir en el marco socio-religioso y no se ha hecho; ahora las librepensadoras de origen islámico lamentan haber acertado.

En toda Europa crece un feminismo de barriada, de periferia, que imanta la contestación a preceptos tradicionalistas: bodas forzadas, vestimentas impuestas, prohibiciones y tabúes que afligen a un sector de mujeres inmigrantes del tercer mundo. Mientras, nuestro feminismo tan exigente y conceptual ahora en su cénit histórico permanece atónito ante el descalabro afgano. ¿Algo habrá que hacer?

Tal vez cooperar con nuestras mujeres y jóvenes que en nuestras calles permanecen cohibidas y sometidas a un poder patriarcal, que bien describe nuestra Najat-el Hachmi en todos sus artículos y libros. ¿Será invitada en Sant Boi para exponer su pensamiento en centros escolares y cívicos? Seguiremos gastando 429.000 euros al año, casi un 1% del presupuesto local, en apoyos a entidades y hermanamientos municipales que no defienden los derechos humanos como es el caso de S. Miguelito, cuyo municipio sandinista alteró la votación y ahora con las elecciones generales del 7 de noviembre, lanzará a sus paramilitares para imponer a su partido. ¿Vale la pena mantener el asistencialismo tras 30 años de desaprovechamiento de recursos y de falta de autodesarrollo eficaz? ¿Incluso con la retirada de nuestra embajadora?

La debacle occidental en Afganistán plantea la necesidad de reorientar los programas de ayuda. Los talibanes repudian la ayuda con condiciones. Los sandinistas no aceptan correcciones a su dictadura, aun siendo quejas de la ONU, OEA o Amnistía Internacional. Para qué regalarles radio, obras públicas y microcréditos.

Tras la caída de Kabul atendamos nuestros suburbios, nuestros barrios periféricos para conseguir un giro en las mentalidades reaccionarias y patriarcales de muchos inmigrantes. Sant Boi, L’Hospitalet y Cornellà tienen asociaciones de ayuda con sesgo conservador; hora es de que la mentalidad liberal y feminista se ocupe de nuestras vecinas que vinieron de fuera. Filtremos sus males. Ayudemos al tercer mundo sin salir de nuestros barrios. Nos será más útil.

Olga Puertas és regidora no adscrita de l’Ajuntament de Sant Boi.

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