En toda nuestra mejor literatura y teatro del Siglo de Oro existe la figura del alcalde villano enfrentado al poder Real, amén de muchos refranes y frases hechas que giran alrededor del alcalde “que manda mucho” según los juristas. Hay alcaldes singulares más allá de los partidos, Tejedor del Prat por ejemplo.
Hasta las segundas elecciones municipales, los sueldos de los alcaldes y ediles eran básicamente dietas y un sueldo base que ha ido creciendo cuatrienio tras cuatrienio, hasta llegar a cifras importantes por ser alcaldesa de Sant Boi: unos 70.000 euros al año, aunque al optar por el sueldo DIBA ya son unos 83.604 más las dietas.
En los inicios de mandato se aprueban los sueldos y dietas de todos los ediles electos. El PSC con sus 42 años seguidos en el poder, y con diversas coaliciones cambiantes según necesidades puntuales, ha mantenido con los opositores un criterio cicatero hasta hoy: al enemigo ni el agua. Diré que los ediles opositores no alcanzan ni el reclamado SMI.
Existe una web, sueldospúblicos.com, que informa sobre las retribuciones y méritos de nuestros políticos profesionales. Nadie duda de las propias informaciones municipales y de organismos públicos y fiscales que coinciden en considerar a Sant Boi una ciudad de renta media-baja, con importantes sectores depauperados incapaces de pagarse los suministros básicos. Así pues, una medida justa sería readecuar los sueldos de nuestros consistoriales a la realidad socioeconómica de Sant Boi.
Se da el caso de que Sant Boi dedica 429.000 euros a cooperación y ayuda al refugiado, junto a Reus, Sabadell y Barcelona. Ayuntamientos de gran presupuesto. Pero su tono social se empaña al perder 180.000 euros contra CCOO de un complemento salarial no devengado a sus empleados. Otra cicatería en un ayuntamiento que gasta del orden de un 60% en su funcionamiento.
Duele recordar que el buen profesional de la política debe corregir problemas estructurales, no posponer su solución. Nos faltan plazas en la FP local, necesarias por su mayor empleabilidad. Tenemos un notable abandono y fracaso escolar con los ni-nis. Solo con un 3% de suelo urbanizable pero con 10 campos de fútbol (100.000 m2), en un cuartel sin uso… La incapacidad institucional para lograr su entrega llega al esperpento: una paellada para celebrar su fracaso. Alcaldes, alcaldesas, ministros, ministras, pero seguimos con el único cuartel de la comarca. Tal vez Raquel Sánchez lo consiga.
Luz cara pero sin ningún parque solar ni eólico. ¿No son necesarios? Ya recibimos fondos UE para balsas de riego sin uso, una depuradora, un velódromo infrautilizado, un ateneo ruinoso y diversos copatrocinios sin huella. No son buenos referentes para recibir las exigentes ayudas post-covid de la UE.
¿Tendremos un equipo capaz de lograrlos y darles utilidad social? Paseen por nuestra zona industrial, donde los camioneros aparcan camiones y remolques sin sanción; todavía con naves de los años 60, deterioradas y sin ayudas. No extrañe que muchas de ellas se cierren y envíen a sus parados a los plenos. Sin mimos a la zona industrial no disminuirá el 11% de paro. Seguimos sin geriátrico público y hasta los apartamentos tutelados son desdeñados para nuestros seniors. Ah, las obras, tal vez Raquel Sánchez las acabe. El final: “No hagas nada alcalde, sin oír la otra parte”. Da un bandazo.
Olga Puertas és regidora no adscrita de l’Ajuntament de Sant Boi.