El 19 de noviembre de 1933, votaron las mujeres por primera vez en España. Antes hubo un agudo debate entre dos abogadas parlamentarias que habían coincidido en el Partido Radical, de Centro que se escindió; Clara Campoamor defendía el derecho al voto femenino de inmediato, Victoria Kent se oponía por la inmadurez de la mujer. Triunfó la primera por 161 votos a favor y 121 en contra. Clara fue responsabilizada del éxito de la Derecha unida frente a la desunión izquierdista; pero en 1936 ganó el Frente popular unido. Ninguna disculpa para Clara Campoamor, sí para Victoria Kent. Ambas murieron exiliadas.
Olga Puertas (C’s)
En año de elecciones dobles, se producen en Barcelona coincidencias notables, -Inés Arrimadas, Cayetana Álvarez de Toledo y Meritxell Batet- todas preparadas y competentes. En la izquierda en el turno municipal: Colau destaca en Barcelona, en algunas otras ciudades se producirá paridad femenina. En Sant Boi seguro que sí.
Pero más allá de esta casualidad, quisiera remarcar el notable avance en el acceso al poder político que ha tenido la mujer desde los tiempos del dúo Clara-Victoria, ambas dos radicales de los derechos cívicos, librepensadoras y moderadas en el contexto exaltado republicano. Perdura lo razonable, más allá del sentimiento y la demagogia.
Problemas de Sant Boi
Creo que el acento político femenino estará en que podamos salir del -Laberinto español (2ª parte)- que tan bien retrató Gerald Brenan. Tenemos problemas de desunión regional y graves problemas sociales en los suburbios (Sant Boi tiene un 15,2% de pobreza crónica), también la inversión demográfica, pone en peligro la sostenibilidad de las pensiones por mucha manifestación que se haga. (Sant Boi pronto tendrá un 25% de gente mayor). La crisis del 2008 está apenas superada, cuando se anuncia otra, derivada de guerras comerciales y del “Brexit”. (Sant Boi ya asiste al cierre de empresas en su zona industrial), mientras que su baja renta media comarcal e inferior a la española, la condena a penurias de sus Servicios Sociales (5.000 prestaciones del Banco de Alimentos).
Pienso que de la misma manera que la FAO demuestra que la economía del Tercer mundo recae en la mujer; llega la hora de la mujer para desenredar viejos problemas de Sant Boi y afrontar los nuevos, sin servidumbres de intereses creados por 40 años de poder socialista en Sant Boi. Pondré ejemplos de problemas enredados por años:
- El cuartel inactivo (100.000 m2) El ejército se retira a la España vacía y desea permutar a cachos o en su totalidad una instalación obsoleta. Un nuevo mando municipal debe facilitar el trato porque es un asunto prioritario.
- Un Ateneo municipal que se entrega a un grupo de “okupas” sin concurso y desestimando proyectos empresariales y de reconstrucción integral. Debe resolverse un problema que esta a 10 metros del Ayuntamiento, su dueño. Sin más dilación.
- La crisis económica obliga a disciplinar a los monopolios de : gas, luz y agua. Los cortes de luz sorpresa y la falta de inversiones en la red y transformadores son la explicación. Recuperar la Central Fecsa (60.000 m2 junto al Cuartel). Buscar comercializadoras eléctricas y atender la caducidad de la concesión del agua.
- Pactar un programa de control contra el abandono y fracaso escolar a nivel local.
- Retornar los impuestos mal cobrados y moderar el IBI. Bonificar las tasas del sector agrícola y del comercio local.
- Modernizar la zona industrial e impulsar el sector hotelero.
- Reformar la FP local y acoger la FP sanitaria para conectarla con el Parc Sanitari (3.000 empleos).
- Impulsar un ‘Plan Ávila de atracción de centros geriátricos y servicios complementarios.
- Desocupar edificios de “okupas” e impulsar rehabilitaciones y alquileres sociales, – caso a caso- de ser preciso.
- Reconsiderar los programas de cooperación con países dictatoriales.
Estos deben ser los temas pendientes que no se han resuelto con dos alcaldesas en Sant Boi ¿por qué? Simplemente porque no se resuelven los problemas con palabras; mejor ofrecer competencia y discreción que la soflama. Yo al votar me acuerdo de Clara Campoamor, a Victoria Kent ni las gracias, mira que decirnos inmaduras…