Desde hace meses, adelantándose al derribo del Ateneo, una grúa amarilla remonta tejas y vigas para reconstruir la techumbre de la parroquia de S. Baldiri, la para muchos “catedral del Llobregat”, quemada en 1936, mal reconstruida y ahora tras graves episodios de goteras, saliendo de su postración semi-ruinosa, merced a una importante subvención de la Generalitat. Los trabajos en altura se realizan con las cautelas obligadas y progresan según lo previsto. No se trata de establecer paralelismos con el long-seller “Los pilares de la tierra” de K. Follet pero una se alegra de que uno de los escasos símbolos estéticos de la ciudad mejore en su apariencia y conservación. Nuestro Ayuntamiento ausente, claro está, e incluso aún reticente a abordar el deterioro del teatro del Centro anexo, tras casi 20 años de “diálogos”.
Sabemos, casi con seguridad, que esta falta de contactos entre ambas entidades -Ayuntamiento y Parroquia-, no tiene nada que ver con las 30 peticiones al día de ciudadanos que buscan la exención de pago del agua, gas, luz, impuestos o ayudas; es decir, con el 15,1% de pobreza reconocida en S. Boi; puesto que ambas colaboran en el cada vez más necesario “Banco de Alimentos”. ¿Será pues por principios laicos? Tampoco, puesto que la emblemática ermita de S. Ramón y hasta “can Juliá” han sido rehabilitados por AGBAR, en un patrocinio de compromiso.
Casi simultáneamente, el Ateneo -un regalo de la viuda María Girona a su ciudad, construido precariamente por los socios fundadores y arruinado por sus últimos directivos ante la absoluta pasividad municipal- fue a parar a unos “especuladores” que tras décadas de forcejeos consiguieron una permuta en terrenos urbanizables de un valor 30 veces superior. Ahora se “cederá” esta propiedad ya pública a un grupo “okupa” que está retrasando la ejecución del derribo al ir “edificando” torres y sombrajos en la escasa superficie de maniobra y descombro en la que actúa la empresa Roig. Veremos lo que ocurre cuando se llegue a la retirada de las peligrosas “uralitas”.
¿Es posible tanta contradicción? Ya ven, mientras la CUP solicita que la catedral de Barcelona se habilite como economato y escuela musical (recuerdo un viaje a Albania donde mezquitas e iglesias las convirtieron en gimnasios y graneros) aquí en S. Boi la Generalitat apoyada por la CUP subvenciona las obras de la catedral del Llobregat. Por otra parte un convenio con AGBAR facilita la rehabilitación de una ermita y una masía, polémicas e impagos de recibos a parte. Y el colmo, arruinan el Ateneo, me callo; lo subastan, despisto; lo compro, a precio alto; lo rehabilito y lo cedo a un grupo privado. Conclusión no hay política cultural, hay actos fallidos en su mayor parte.
Se supone que este 11 de septiembre habrá algún reconocimiento para Mossén Martínez, porque con este berenjenal político actual ha logrado subvencionar las obras de una iglesia que se caía a trozos, como aún le ocurre al Centro.
A partir de ahora, la máxima juvenil más actual se impone en nuestra cultura local: «Buscarse la vida». Así pues si un millonario regaló una ambulancia, una millonaria subvenciona conciertos, unos baloncestistas millonarios radican una fundación en S.Boi…Sigamos.
Aun cuando los centros culturales populares privados desaparezcan ¿dónde estaban los okupas cuando cerraron la Biblioteca Popular? ¿Y cuándo robaban y timaban en el bingo del Ateneo? O en la cutre escuela de modelos que se consintió.
¿Quién pagará la factura del Ateneo? Los ciudadanos contribuyentes. Y deben ser ellos los que decidan el rumbo y gestión del Ateneo, y si es necesario por referéndum legal. Porque ellos son los dueños.