José Manuel Migales: «La situación es delicada, cada palada es una esperanza de encontrar a alguien»

José Manuel Migales es un santboiano se encuentra en Ecuador, prestando ayuda psicológica a personas damnificadas por el terremoto que ha asolado parte del litoral del país. Migales explica a Sant Boi Diari cómo está la situación en el país suramericano, que se enfrenta al reto de la reconstrucción.

Un edificio derrumbado en Manta, Ecuador // José Manuel Migales

Un edificio derrumbado en Manta, Ecuador // José Manuel Migales

«Los edificios más altos se han derrumbado, es hasta hipnótico ver las máquinas, los perros… buscando entre las ruinas». José Manuel Migales, un joven santboiano amante del montañismo, se encuentra en la ciudad de Manta (al norte de Guayaquil), una de las ciudades más castigadas por el terremoto que ha asolado el litoral de Ecuador. Forma parte de una brigada de ayuda formada por médicos y paramédicos que se desplaza a las zonas más afectadas para prestar ayuda, él concretamente presta ayuda psicológica.

José Manuel Migales vive en Quito, la capital de Ecuador, dónde trabaja de preparador físico y mental de deportistas. El trágico suceso vivido en el país le animó a unirse a esta brigada de apoyo. De momento, va de zona afectada en zona afectada prestando su ayuda a una de las zonas más complicadas socialmente.

«Ahora la situación es delicada, en Manta hay muchos edificios altos derrumbados y empieza a oler», narra Migales, que ahora mismo admite que en el país hay miedo a que llueva y se puedan propagar enfermedades. Aunque lo que se está encontrando es que de las 20-35 personas que atiende cada día, la mayoría arrastran muchos problemas de antes del terremoto. «Son personas muy agradecidas, que solo escuchándolas cinco minutos ya se abren, y me siento muy feliz de estar ayudando», explica el deportista.

Migales, en una tienda de intendencia que presta ayuda a los damnificados // José Manuel Migales

Migales, en una tienda de intendencia que presta ayuda a los damnificados // José Manuel Migales

«La zona de la costa de Ecuador es muy dura, ya de por sí tiene una realidad triste», explica Migales a Sant Boi Diari. «Intento que los afectados, que ya vienen arrastrando problemas de antes, de darles herramientas para que puedan cerrar heridas», añade, aunque admite que es muy difícil por el miedo que hay por las constantes réplicas del seísmo. Migales se encuentra bien y feliz, y ha explicado que seguramente el sábado esté de vuelta a Quito, dónde reside.

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