Los vecinos del barrio de Camps Blancs se alzan para pedir la construcción de una residencia de ancianos donde ahora hay un solar vacío. «Si la hacen seguro que la llenan porque tenemos mucha necesidad», manifiesta una comunidad con serias dificultades para encontrar plaza en Sant Boi.
Imatge del solar on volen una residencia // Jose Polo
«Hemos cotizado durante 50 años y ahora queremos una plaza en una residencia sin tener que movernos de nuestra ciudad», así resume a Sant Boi Diari la reivindicación incipiente en el barrio el presidente de la Asociación de Vecinos La Unión de Camps Blancs, Fernando Soler. Uno de los barrios que ha acogido a más inmigración históricamente en Sant Boi tiene grandes dificultades para poder acceder a una residencia en la ciudad. Después de una vida trabajando, algunos santboianos se ven obligados a envejecer alejados del lugar que les ha visto hacerse mayores. «Las residencias de Sant Boi están colapsadas y nos mandan lejos de aquí», se lamenta el secretario de la asociación, Francesc Baiget. «Nos separan de la familia», señala.
En Camps Blancs viven aproximadamente unas 5.000 persones. De estas, más de 1.100 superan los 64 años y más de 700 los 75, según datos del Observatori de Sant Boi. «Hay gente que ni tan siquiera puede salir de su casa y se atrinchera en ella por su situación», denuncia con amargura Soler. «Si hacen la residencia estoy seguro que la llenan», apostilla el presidente.
La asociación de vecinos tiene localizado un solar prácticamente abandonado en la calle Aragón como posible localización de la futura residencia. Es de propiedad municipal y antes albergaba la escuela Milà i Gelabert, que cerró hace más de 10 años. Precisamente a las puertas de donde sueñan poder envejecer más de un centenar de ellos se concentraron el viernes 26 de febrero al mediodía. Tuvieron el apoyo de otra asociaciones de vecinos de la ciudad. No hubo representación institucional por parte del Ayuntamiento de Sant Boi.
Fernando Soler durant la concentració // AAVV Camps Blancs
Hace unos meses asistieron al pleno municipal para entregar un escrito con sus reivindicaciones a los concejales del ayuntamiento. «Algunos lo ojearon y otros no, pero en todo caso no nos han dado respuesta», cuentan con resignación. Piden al consistorio que intermedie con la Generalitat de Catalunya para que en un futuro próximo la residencia pueda ser una realidad. La movilización ciudadana, a veces el primer paso para conseguirlo, ya se ha comenzado.