Sugerimos que los refugiados que vengan a Sant Boi recojan las novedades formativas y de orientación cívica que ahora ya deben acatar en Alemania. Valdrá más incluir estos implementos educativos que las permisivas tolerancias pasivas.
No olvidemos jamás de dónde venimos: ayer emigraron nuestros padres, abuelos y, en mi caso, yo mismo en una travesía extenuante. Estamos todos en el mismo barco: el de la injusticia social, las desigualdades, la explotación y la violencia.