A veces al hacer la compra, observo las dudas de algunas personas en entender el importe de sus compras en las cajas, las cajeras habituadas se lo repiten o indican el importe en la pantalla; pero aún así tardan en reunir el importe de monedas o billetes y logrado su recuento, se lo entregan a la cajera; son corregidas o no, y finalmente embolsan y reciben el tiket. Suelen ser personas de edad o en estado de necesidad y en algún caso los céntimos restantes los aporta alguien o la cajera. Esta situación que nuestro 14% de parados santboyanos vive en ocasiones (somos los segundos de la comarca tras S. Vicens) explica en parte que los presupuestos municipales 2017 se hayan aprobado con el voto contrario de Ciudadanos. ¿Podemos bonificar los impagos de agua, gas, luz e incluso el IBI cuando las compañías suministradoras han aumentado sus precios y dan un suministro muy deficiente sin invertir en las redes lo necesario? ¿Podemos consentir que la defensora del pueblo local se inhiba de las quejas y reclamaciones? Y deba venir un equipo externo a hacer lo que ella no cumple.
Ser liberal no supone dejadez ante el mercado sino ser exigente con las obligaciones contractuales para que estas no se contaminen con presiones y corruptelas de los más poderosos.
El recibo del agua es uno de lo más oscuros y en donde las tasas e impuestos repercutidos significan una distorsión del coste real que debería ser hasta un 30% más barato de lo que es, como han demostrado numerosas experiencias de reversión de contratos en Cataluña y en la UE (París, Berlín, Grenoble…) en 2020 vence el contrato de la francesa AGBAR-S. Boi ¿Qué pasará?
Endesa-Eni es la eléctrica que tiene una subestación en la ciudad que nos impide la conexión inter.barrios y se niega tras todos sus cambios de dueño (FECSA-March, Endesa-Estado y ahora ENDESA-ENI italiana) tozudamente a trasladarse. Se habla de Gibraltar… pues imaginen algo parecido en el Centro urbano de S.Boi junto con un cuartel caduco que espera la permuta municipal. ¿Se debe consentir a ENDESA por todo ello sus apagones, redes envejecidas y mal trato a los abonados en dificultades? El recibo de la luz es uno de los más caros de Europa y su grado de comprensión, requiere un cursillo que la OMI local tan relajada ella, podría probar de impartir con un mínimo de sentido crítico.
Queda Gas natural-Caixa cuyo caro recibo siempre ha gozado de una mayor flexibilidad que el de sus “hermanas” suministradoras de servicios públicos. Acuerdos recientes de Asociaciones municipalistas catalanas y del Estado hacen obligado el renegociar el llamado “bono social” con los monopolios de servicios públicos, en el caso de S. Boi se cuenta a favor una serie de servidumbres antiguas y recientes con Endesa ( la Central, líneas de alta tensión y vetustez del tendido) con AGBAR el “stock” próximo de necesarios y riesgosos reactivos y el depósito reserva inacabado.
Hemos reseñado el estado de la cuestión de las suministradoras porque en los presupuestos ha aumentado la partida de ayudas a los impagos de (luz, agua, gas ) y por lo que la rebaja del catastro de Madrid queda “compensada” con el aumento del IBI santboyano. Es la eterna solución.Todo ello para seguir con la mala administración de los 38 años socialistas: los fraccionamientos de contratos, los sobrecostes en obras, las subvenciones sin justificación, y el truco clásico: las modificaciones de presupuestos. Junto con su inhibición ante los monopolios. Se acabaron los Fondos europeos, las licencias de construcción y las altas industriales: el dinero fácil. Ahora mientras el contribuyente se pregunta si el 1 de Julio deberá pagar todos sus impuestos al Estado o la Generalitat ésta sigue con su pugna de desacatos pero con sus pifias en sanidad y educación. Una se pregunta ¿pagaré dos veces mis impuestos? Porque muchos ayuntamientos se declaran dispuestos a colaborar con la nueva Agencia Tributaria Catalana. Deberemos contar y recontar nuestros impuestos, como nuestros ancianos y parados ante las cajas del “super”, antes de decidir el pago final de nuestros impuestos, no sea que paguemos dos veces ante la falta de decisión del Gobierno y los desbordes de la Generalitat vía Diputación o municipios.