Quién le iba a decir al joven peluquero de Vinyets, Miguel Díaz, que volvería a su barbería de barrio con dos copas bajo el brazo. A finales de enero participó en la Barcelona Barber Battle 2016, la primera edición de una competición de estilistas de la barba, y el santboiano ganó el primer premio en la categoría ‘Solo tijera’ y el tercer premio en ‘Corte y Barba’.
Su vintage Barbería del Cuartel (Pau Claris, 89) presenta un estilo retro y una decoración cuidada hasta el milimetro. Recuerda a las de toda la vida pero con un toque de modernidad que la convierte en un lugar único en el área metropolitana. Ahora se plantea ampliar el negocio pero sin olvidar sus raíces, su gente, su barrio. Y recién casado.
¿Cómo definirías el momento que estás viviendo?
Muy dulce, tanto a nivel sentimental como profesional. Hay mucha faena, después del concurso me ha conocido mucha gente. Ahora, a aprovechar el tirón. La clientela se ha vuelto muy selecta, muy perfeccionista, y busca sitios donde sentirse a gusto. Parece ser que éste es uno de ellos.
¿Te hubieras imaginado hace unos años que llegarías a esta situación?
Hace un par de años vi venir que estaba despertando el tema de las barbas, cortes de pelo ‘fade’… Nosotros llevamos haciéndolo un montón de años, tarde o temprano teníamos que tener faena.
¿Cuál es el origen de La Barbería del Cuartel?
A mi padre no se le ocurrió nada más que, con siete años, traerme a la barbería que tenía. Y lo que empezó como un “bueno que venga el niño a echar un rato”, acabó que con dieciséis años decidí que la barbería se me daba bien. Entonces ya le cortaba el pelo a mis amigos, a la familia… y me dije: “El pelo siempre crece, nunca me faltará faena”. Decidí formarme y perfeccionarme al máximo. Esta barbería abrió sus puertas antes del 1969 y ahora estoy yo.
Hay muchísima competencia en el sector de la peluquería y la estética. ¿Qué diferencia pueden encontrar los clientes en tu local?
Me considero un barbero de barrio, con mucho contacto con la gente. Casi el 80% de mis clientes son fieles, entran en la barbería y me dicen: “como siempre”. Creo que se agradece que, a diferencia de un centro comercial, los clientes entren y no se encuentren siempre a alguien diferente. Nos hemos preparado, estamos actualizados, siempre mirando hacia delante pero tampoco olvidándonos de mirar atrás.
[pullquote]Hay un exceso de formación, y que creo que están “engañando” a los chavales[/pullquote]¿Cómo crees que está el sector? ¿Hay un ‘boom’?
Hay un exceso de formación, creo que están engañando a los chavales. Les enseñan cuatro cosas, les animan a montar sus negocios, sin experiencia, sin dinero… ¡y se estrellan! No hay que correr tanto, hay que formarse y pillar experiencia trabajando. Cuando llega el momento, lo pide el cuerpo, entonces te sientes preparadoy es cuando puedes montar tu propio negocio. La competencia es buena, pero tiene que estar preparada. No puede ser que se monten negocios, no tengan faena, revienten precios… y al final ni trabajan ni dejan trabajar.
¿Tú has recuperado el oficio de barbero o has innovado y lo has adaptado?
Las barbas que se llevan ahora no se llevaban antiguamente. Hemos tenido que aprender del pasado y actualizarlo a lo que se demanda ahora. En todo oficio hay una base que se debe aprender; y lluego innovar. Lo que no se debe hacer es encasillarse, siempre hay que actualizarse.
¿Profesionalmente como te definirías a ti mismo?
Como un profesional que va creciendo. He tenido la suerte de tener muy buenos maestros, de rodearme de buenos profesionales que me han enseñado sus trucos y me veo bien preparado. Pero eso no significa que hasta aquí he llegado, sigo formándome y preparándome. Cuando acudo a un cursillo voy como el más novato de todos.
Me cuesta un poco relacionar la peluquería con la competitividad. ¿Cómo se prepara una competición de barberos?
Practicando mucho. Practicar, practicar, practicar… y después volviendo a practicar. Teníamos maniquíes con pelucas que por suerte no se quejan ni tienen sueño ni hambre.
¿Cuál fue tu sensación al entrar al Barcelona Barber Battle?
Muy bonita. Era la primera vez que se hacía y la organización estuvo muy bien. Me encontré con muchos barberos de toda España. Estar allí con gente de la misma estética, profesión, que valoran tu trabajo… es muy bonito. Se debería hacer más.
En el momento de realizar las pruebas de la competición, ¿eres un maremoto de nervios o te concentras y te abstraes de todo?
Empecé con nervios. Todo el mundo te mira. El juez te observa y parece que todo lo estés haciendo mal. Pero a los cinco minutos ya me concentré y no veía nada más que la faena. Y es cuando empecé a disfrutar.
¿Y el momento de recoger el premio?
La gente te mira como diciendo “buen trabajo”, y solo con ese reconocimiento ya merece la pena.
[pullquote]Ni soy más bueno ahora ni era más malo antes. Sigo siendo el mismo pero con una copa.[/pullquote]Haber ganado estos dos premios del Barber Battle, ¿qué ha significado para tu carrera?
Me ha supuesto mucha publicidad, a la gente le encanta que alguien de su pueblo gane algo. Vacilamos de Pau Gasol, ahora vacilan de su barbero y mañana vacilaran de su médico. Es bonito. El hecho que un santboiano gane un premio gusta. Pero ni soy más bueno ahora ni era más malo antes. Sigo siendo el mismo pero con una copa. Y me ha supuesto mucha felicidad porque la gente me ve, entra y me felicita, y eso gusta. También me ha supuesto un aumento de faena. El secreto ahora es no dormirse. Has ganado, pero mañana nadie se acuerda. Hay que conseguir que la persona que venga se sienta a gusto y diga: “merece la pena volver”.
Y para consolidar todo esto ¿qué te planteas a corto y largo plazo?
De momento contratar a más personal ¡porqué no doy abasto! Si contratando a alguien esto se me queda pequeño entonces tendré que buscar algo más grande, pero de momento me quedo aquí. Por suerte conozco a muchas personas y son más que clientes, tengo un vínculo con ellas. Y se alegran que me vaya bien pero también me dicen: “No te olvides de nosotros”. Quiero estar aquí, me gusta Sant Boi, hay que mantenerse. Las cosas vienen solas.